viernes, 13 de abril de 2007

El poder de la mentira



Hoy he visto una de las mejores películas y lecciones sobre periodismo en mucho tiempo. . El precio de la verdad (Shattered Glass, Billy Ray, 2003) es una película basada en la historia real de Stephen Glass, un joven periodista que trabajó en la década de los noventa en la prestigiosa revista política estadounidense The New Republic. Glass se convirtió en poco tiempo en uno de los periodistas más importantes de la revista debido a la calidad del sus artículos y la novedad de sus historias, pero en 1998 y tras la publicación de su artículo “Hack Heaven” otra publicación on-line llamada Forbes y que entonces estaba despegando, descubrió que Glass había inventado la totalidad del artículo y había creado una gran tapadera a su alrededor como coartada.

El artículo de Glass comenzaba así:


Hack Heaven


By Stephen Glass

"Ian Restil, un hacker de 15 años que parece incluso una versión más adolescentede Bill Gates lanza un grito mal hurmorado. "Quiero más dinero. Quiero un Miata. Quiero un viaje a Disney World. Quiero la revista numero uno de los X-Men. Quiero una suscripción de por vida a Playboy, y agregale Penthouse. ¡Mostrame el dinero! ¡Mostrame el dinero!

Enfrente de la mesa, ejecutivos de la empresa de software de California llamada Jukt Micronics están escuchando - y tratando delicadamente de mostrarse agradecido... "Discupeme señor, dijo uno de los trajeados al excitado adolescente. Discúlpeme, perdón por interrumpirlo... podemos arreglar más dinero para usted"...



Stephen Glass


El periodista de Forbes digital Adam L. Penenberg fue el encargado de destapar el caso fruto de una casualidad, ya que el detonante fue que su jefe le regañó al leer la noticia de Glass por no haberlo descubierto el antes. Empezó a investigar acerca de la noticia y empezó a ver que las fuentes eran imposibles de localizar, los lugares que citaba Glass eran dudosos, los nombres de las empresas no existían… El 11 de mayo de 1998 Forbes publicó el artículo de Penenberg en el que desenmascaraba a Glass
Pero pongámonos en situación: La noticia trataba de una convención de hackers informáticos en la que un jóven hacker de 15 años llamado Ian Restil había firmado un contrato con una supuesta empresa de electrónica llamada Jukt Micronics, mediante el cual este jóven pasaba a trabajar en la seguridad de la empresa, tras haber hackeado su página web. Glass inventó la empresa y creó una página web para respaldar su mentira, pero la página estaba alojada en un dominio comercial, algo extraño para una importante empresa electrónica. Los teléfonos de los dueños de la “empresa” nunca cogían el teléfono, el lugar donde supuestamente se hizo la convención (un domingo) no abría los domingos, el joven Ian era ilocalizable… Todo contra Glass, que al final terminó confesándose ante su editor Chuck Lane, que había comenzado a colaborar con Forbes para esclarecer el asunto.


Página web falsa de Jukt Micronics


Se acabó descubriendo que Glass había inventado 27 de los 41 artículos que escribió para The New Republic y fue inmediatamente despedido.


Una historia de película hecha película y absolutamente recomendable.

“La labor del periodismo es captar el pensamiento de la gente” Stephen Glass (a pesar de ser un mal periodista, dijo una gran frase)

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