domingo, 4 de marzo de 2007

De Gutemberg a Gates

La era de la reproducción de la información comenzó con Johannes Gutenberg y su imprenta que permitió la difusión de la base de las sociedades de la información, el libro. Esta sociedad ha ido avanzando poco a poco, desde el libro hasta Internet, desde Gutenberg a Gates y eliminando poco a poco las barreras espacio-temporales que suponían y suponen los libros.
El cambio en los últimos años se ha hecho más notable aún, ya que en comparación con el grado de implantación del libro, el avance de Internet (que existe desde 1995) ha sido mucho más rápido y ha permitido muchos más cambios.
De hecho, hoy la red y la información son la columna vertebral de la economía global, lo que se ve reflejado en la relación entre el desarrollo de las ciudades (en términos económicos) y su grado de modernización tecnológica.




En una cara de la moneda tenemos ciudades como Nueva York, en las que las nuevas tecnologías han superado sus usos tradicionales y cada vez alcanzan horizontes más amplios. La informática e Internet llegan a los colegios (fomentando la llamada formación competitiva mediante el aprendizaje mediante los ordenadores) o a las formas de comercio más originales, como la organización de bodas on-line, mediante la creación de comunidades virtuales. Esta nueva forma de negocio on-line es una fórmula muy explotada en la red, ya que potencia el beneficio mezclando una amplia oferta de contenido junto con una forma distinta que facilita las compras. El comercio electrónico se ha convertido en una tendencia a la alza.
Las nuevas tecnologías están revolucionando por otro lado, el mundo de la medicina. Un ejemplo de ello es el mostrado en el documental, en el que una clínica de cirugía de München utiliza un programa para simular en el ordenador operaciones de cirugía craneal y así poder prever los resultados y retransmitir las operaciones por videoconferencias para poder compararlas con el “paciente virtual” y poder conocer las valoraciones de doctores que no estén en el mismo quirófano. La comunicación virtual es posible hoy en día y facilita el trabajo en equipo en diferentes espacios.




Sin embargo las tecnologías no tienen la misma implantación en todo el mundo. En países como Bután siguen inmersos en la primera fase del proceso de evolución de la información y se comunican mediante la escritura tradicional, tablillas de madera… lo que permite llegar a la conclusión de que los países pobres son los últimos en tener la posibilidad de acceso a las sociedades de la comunicación de masas. Aunque todo llega
poco a poco: ya se han llevado a cabo las primeras digitalizaciones de antiguos textos budistas en bases de datos. El problema es que este tipo de sociedades, con unas mentalidades más atrasadas y menos acostumbradas al vertiginoso cambio de la sociedad de la información, ven en la digitalización el problema de la perdurabilidad, ya que son soportes que no tienen una garantía de duración tan alta como los libros y de hecho, para el budismo, lo que no dura no es bueno.


En el terreno de la economía, Internet y la informática han servido para acelerar la globalización y el llamado capitalismo digital. Los gigantes empresariales se han adaptado a los nuevos medios, creciendo desmesuradamente y potenciando la llamada “brecha digital” entre países.

Hoy en día Internet se caracteriza por servir como una autopista de la información, garantiza el acceso libre a las informaciones a todo el mundo, unas informaciones que viajan a gran velocidad y que fomentan la idea de “aldea global”.
Frente al inminente avance los medios tradicionales han tenido que adaptarse poco a poco, tanto los libros como los periódicos vuelcan sus contenidos en Internet o se modernizan para poder hacer frente a un sistema que constata la célebre frase: Renovarse o morir.

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