domingo, 4 de marzo de 2007

ng@nx@2



ng@nX@2 (Enganchados) es un documental emitido por el programa de Televisión Española "Documentos TV", en su 20º aniversario. En él se hace un breve recorrido por la evolución que han experimentado las tecnologías en los últimos tiempos, para detenerse en cómo éstas han afectado a sus usuarios.
El documental muestra las dos caras de la moneda, por un lado habla de los nuevos usos de la tecnología y por otro muestra las repercusiones de ésta en algunos de sus usuarios.
En relación con lo primero, las nuevas tecnologías están dejando su huella en ámbitos como el educacional, en el que se reeduca a los alumnos en la nueva cultura digital y se fomenta ésta como un nuevo método de socialización. Este nuevo método de socialización tiene que ver con la transformación de las formas de comunicación, que han cambiado tanto en el instrumento como en la forma de hacerlo (e-mails, móviles, internet...). Sin embargo, el uso de sistemas como el messenger, los chats, o los teléfonos móviles está fomentando, más que una socialización (que se supone es su cometido principal), la tendencia inversa, una actitud asocial de sus usuarios (sobre todo los más jóvenes) que les lleva a ocultar su auténtica identidad bajo la máscara de la tecnología.
Los usuarios de estos nuevos sistemas están lejos de conocer el peligro potencial que implican y es por ello que algunos caen en lo que da título al documental: Se enganchan.
En "ng@nX@2" dan su testimonio diferentes personas, todas ellas jóvenes, que han sufrido las consecuencias de ser adictos a distintos medios, como el teléfono móvil, los videojuegos o internet. Testimonios que muestran la cara oscura de las tecnologías y que dejan constancia de que además de ser el instrumento de comunicación del siglo XXI, pueden convertirse en un arma de doble filo y pasar de ser algo útil de lo que se puede sacar mucho provecho a algo nocivo y contraproducente.
Entre las soluciones que propone el documental, hace hincapié en la labor de los padres como principales supervisores del uso que sus hijos hacen de estas nueva realidad, labor que en la mayoría de los casos es inexistente debido a la "brecha generacional" entre padres e hijos que dificulta el acceso de los primeros a las nuevas tecnologías y sobre todo a la información sobre sus características perjudiciales.
Las nuevas tecnologías son algo necesario que no se puede pasar por alto hoy en día, pero hay que saber usarlas con dosificador ya que nada es bueno en grandes cantidades.

De Gutemberg a Gates

La era de la reproducción de la información comenzó con Johannes Gutenberg y su imprenta que permitió la difusión de la base de las sociedades de la información, el libro. Esta sociedad ha ido avanzando poco a poco, desde el libro hasta Internet, desde Gutenberg a Gates y eliminando poco a poco las barreras espacio-temporales que suponían y suponen los libros.
El cambio en los últimos años se ha hecho más notable aún, ya que en comparación con el grado de implantación del libro, el avance de Internet (que existe desde 1995) ha sido mucho más rápido y ha permitido muchos más cambios.
De hecho, hoy la red y la información son la columna vertebral de la economía global, lo que se ve reflejado en la relación entre el desarrollo de las ciudades (en términos económicos) y su grado de modernización tecnológica.




En una cara de la moneda tenemos ciudades como Nueva York, en las que las nuevas tecnologías han superado sus usos tradicionales y cada vez alcanzan horizontes más amplios. La informática e Internet llegan a los colegios (fomentando la llamada formación competitiva mediante el aprendizaje mediante los ordenadores) o a las formas de comercio más originales, como la organización de bodas on-line, mediante la creación de comunidades virtuales. Esta nueva forma de negocio on-line es una fórmula muy explotada en la red, ya que potencia el beneficio mezclando una amplia oferta de contenido junto con una forma distinta que facilita las compras. El comercio electrónico se ha convertido en una tendencia a la alza.
Las nuevas tecnologías están revolucionando por otro lado, el mundo de la medicina. Un ejemplo de ello es el mostrado en el documental, en el que una clínica de cirugía de München utiliza un programa para simular en el ordenador operaciones de cirugía craneal y así poder prever los resultados y retransmitir las operaciones por videoconferencias para poder compararlas con el “paciente virtual” y poder conocer las valoraciones de doctores que no estén en el mismo quirófano. La comunicación virtual es posible hoy en día y facilita el trabajo en equipo en diferentes espacios.




Sin embargo las tecnologías no tienen la misma implantación en todo el mundo. En países como Bután siguen inmersos en la primera fase del proceso de evolución de la información y se comunican mediante la escritura tradicional, tablillas de madera… lo que permite llegar a la conclusión de que los países pobres son los últimos en tener la posibilidad de acceso a las sociedades de la comunicación de masas. Aunque todo llega
poco a poco: ya se han llevado a cabo las primeras digitalizaciones de antiguos textos budistas en bases de datos. El problema es que este tipo de sociedades, con unas mentalidades más atrasadas y menos acostumbradas al vertiginoso cambio de la sociedad de la información, ven en la digitalización el problema de la perdurabilidad, ya que son soportes que no tienen una garantía de duración tan alta como los libros y de hecho, para el budismo, lo que no dura no es bueno.


En el terreno de la economía, Internet y la informática han servido para acelerar la globalización y el llamado capitalismo digital. Los gigantes empresariales se han adaptado a los nuevos medios, creciendo desmesuradamente y potenciando la llamada “brecha digital” entre países.

Hoy en día Internet se caracteriza por servir como una autopista de la información, garantiza el acceso libre a las informaciones a todo el mundo, unas informaciones que viajan a gran velocidad y que fomentan la idea de “aldea global”.
Frente al inminente avance los medios tradicionales han tenido que adaptarse poco a poco, tanto los libros como los periódicos vuelcan sus contenidos en Internet o se modernizan para poder hacer frente a un sistema que constata la célebre frase: Renovarse o morir.